Blog de Psicoprevención

Las funciones psicosociales del empleo

Las funciones psicosociales del empleo

¿Sirve el empleo para algo más que ganar dinero?. Mi respuesta es sí.

Entendemos el concepto de trabajo como un conglomerado de actividades y tareas retribuidas (a diferencia de las no retribuidas, lo denominamos empleo) que a través del uso de diferentes instrumentaciones posibilita la transformación de materias primas e información en productos y servicios. La participación de la persona en este proceso implica que ésta dispone de las competencias suficientes y los recursos materiales necesarios para realizar el trabajo.

Como decimos, consideramos empleo a este conjunto de actividades ya que la persona que lo lleva a cabo se ve correspondida con un salario. Sin embargo, no es la cuestión económica la única razón por lo que la persona realiza esta actividad remunerada. Existe otro tipo de salario y es el emocional. En algunos casos tan importante o más que el económico. Según esta perspectiva, podemos decir que el trabajo remunerado tiene una serie de funciones psicosociales. A continuación, citaré las más significativas dentro del contexto positivo al que nos referimos. No podemos olvidar que también existen unas consecuencias negativas de una mala gestión de factores psicosociales implicados en el empleo. A estos últimos haré mención al final.

Funciones positivas del trabajo:

  • Función integradora: El trabajo puede contribuir como fuente de autoestima y autorrealización a la persona que lo realiza. Esto viene a decirnos que esta función aporta al empleado un significado e integración a la vida laboral y personal.
  • Función de estatus y prestigio social: De forma acertada o errónea (evitemos estereotipos) la clase de trabajo realizado puede representar por si mismo un determinado prestigio social. Lo cual, a mi juicio, no debe implicar aspectos peyorativos de ningún tipo en función de actividades y tareas llevadas a cabo.
  • Función de identidad personal y laboral: No podemos obviar que el trabajo genera experiencias, y estas construyen a una identidad tanto personal como profesional. Por tanto, la participación activa en el trabajo realizado y las experiencias acumuladas, dan significado a lo que consideramos como la propia identidad en ámbito laboral y social.
  • Función económica: Al inicio de la pregunta dábamos repaso a la importancia de la remuneración que tiene el trabajo y aquí podemos definir que dicha importancia se traduce en cubrir las necesidades mínimas, además de conseguir otro tipo de recursos o calidad de vida.
  • Función de interacción y contacto social: El trabajo genera relaciones interpersonales de mayor o menor frecuencia. Si estas son saludables (en contraposición a las tóxicas), suponen unas funciones muy importantes desde el ámbito psicosocial. Por ejemplo, y sin extenderme mencionaría el apoyo social.
  • Función de estructuración de los tiempos: Las personas nos guiamos por una estructuración de tiempos (día-noche; mañana-tarde, semanas, meses…). En este caso el trabajo sirve para configurar una serie de ritmos que a la persona le supone una referencia temporal, y de orden en la vida laboral y personal.
  • Función de actividad obligatoria: El deber de cumplir con la sociedad. La obligación de aportar a la sociedad a través del trabajo. El derecho al trabajo y el deber de cumplirlo. El sentido de pertenencia a la sociedad como parte generadora de riqueza.
  • Función de desarrollo de competencias: Si existen momentos y lugares donde la persona puede desarrollar sus destrezas y habilidades, corresponder con el conocimiento adquirido y desplegar sus competencias, todo ello de forma remunerada, ese espacio se encuentra en el ámbito laboral.
  • Función transmisora: Por último, tanto en contextos laborales como sociales no podemos olvidar la función de transmisión de creencias, valores, normas o expectativas sociales que tiene de por sí el trabajo.

Como vemos, todas las funciones anteriores tienden a ser positivas para la persona, por lo que una buena gestión de los factores psicosociales implicados en el trabajo supone una satisfacción más allá de la económica para la persona que lo realiza. Sin embargo, no siempre existe la voluntad de conseguir que estos factores descansen en el polo positivo del continuo que significa el trabajo. También existen consecuencias negativas a una inadecuada gestión de dichos factores psicosociales implicados en el empleo. En este caso, sírvase como ejemplo los tres siguientes: Burnout, Mobbing o el incumplimiento del contrato psicológico.

Fco. Javier Herrán Gamarra

Psicólogo en la especialidad del trabajo (Col. AA00860). Selección de Personal. Coach en Orientación y Desarrollo de Carrera.

http://www.psicoprevencion.com/// info@psicoprevencion.com

Para citar este artículo: Herrán Gamarra, Fco. Javier. (2021, 18 Noviembre). “Las funciones psicosociales del empleo”. www.psicoprevencion.com. Disponible en (18-11-2021): http://www.psicoprevencion.com/category/blog/

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