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Como liderar algo más que tu vida

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Inteligencia, flexibilidad y distanciamiento psicológico. ¿Capacidad de aprendizaje?. Marlette, aléjate de la “persona pegada a su discurso”.

¿A cuántas personas conoces que son incapaces de reconocer sus errores?. En alguna ocasión, ¿has actuado como “persona pegada a su discurso”?. Me dices que muchas veces resulta imposible entender los pensamientos, las emociones y las conductas de quienes te rodean. Pero, ¿eres capaz de entender las tuyas?. ¿Vives aferrada a un discurso en varias ocasiones ya obsoleto?. Que duda cabe que si consideras estas interrogantes has empezado a interiorizar un aspecto, en mi opinión, importante en la relación con los otros y contigo misma. Desde la esperanza de que el futuro te deparará acontecimientos positivos para tu vida personal y profesional, tienes un camino cuanto menos lleno de interrogantes. Incógnitas que dependerán en buena medida de tu capacidad de aprendizaje en general, y psicosocial en particular. A mi juicio, tres aspectos a destacar en este aprendizaje “psico-relacional” lo encontrarás en la influencia que tiene en ti los acontecimientos en los que te ves sumergida y las destrezas (psicosociales) con las que te enfrentas. Goleman prestó gran interés en lo que conocemos y él mismo denominó inteligencia emocional, es decir el manejo y regulación de nuestras emociones y su relación con las de los demás. Pero no fue el único que en la década de los 90 entendía este tipo de inteligencia como clave de éxito en nuestras vidas personales y profesionales. Salovey y Mayer la incluían como cuatro componentes emocionales básicos.

Marlette, identificar correctamente tus propias emociones y las de los demás y situarlas en el contexto preciso, sería el primer factor clave a la hora de entender que las emociones tienden a interrelacionarse. La persona pegada a su discurso obvia esta cuestión. La segunda dimensión que citan los autores es la facilidad en el procesamiento de la información procedente de la percepción. Y es que no puedes olvidar que la forma en que procesas la información dependerá de la percepción de la situación en la que te encuentres y de las emociones que te suscite. A una persona pegada a su discurso, probablemente, le mueva más el corazón que la razón. Si eres capaz de diferenciar emociones (las propias y ajenas) serás capaz de categorizar de manera adecuada. Este tercer factor te enseña a discernir y “controlar” su existencia. Para la persona pegada a su discurso no existe más emoción que la suya. Por último, y en mi opinión la más importante, la reflexión sobre el por qué de dichas emociones, evidentemente las tuyas, las de los demás y su interrelación. Huelga decir que la persona pegada a su discurso no posee esta habilidad, y además no está dispuesta a adquirirla.

Si eres capaz de entender esta cuestión “emocional” te resultará relativamente sencillo adquirir destrezas enfocadas a la flexibilidad psicológica. Entender que del pasado adquirieres experiencias y que el futuro te debe servir para corregir “deslices”, te lleva al presente del “aquí y ahora”. Reconocer tus pensamientos y emociones te ayudará a dibujar un futuro en función de las demandas del contexto. No puedes ser esclava de tu pasado ni de un pesimismo futurista. Debes trabajar por una apertura mental que te dé diferentes posibilidades de acción. Sobra decir que la persona pegada a su discurso se fundamenta, precisamente en su pasado y de este idealiza su futuro. De la misma forma este nuestro protagonista, no ha oído ni quiere oír sobre la posibilidad de desconexión psicológica de sus quehaceres diarios y reflexionar sobre estas cuestiones. Pensar, sentir emociones y programar nuestras acciones coherentes con una atención plena a lo que vivimos en el presente te hace situarte en una línea definitoria entre lo que eres y deseas ser a nivel personal y profesional desde el punto de vista psicosocial. El optimismo previamente reflexionado te hará entender que hay un camino que todo aquel que no sea una persona pegada a su discurso deberá recorrer si lo que pretende es evolucionar y desarrollarse tanto en su vida personal como profesional.

Fco. Javier Herrán Gamarra

Psicólogo Organizacional. Recursos Humanos / Seguridad y Salud Laboral.

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Imagen tomada de freeimages

La historia prohibida de Marlette

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